Antes de leer el texto
La celebración del Mundial de Fútbol ha sido casi opacada por el beso no consentido de Luis Rubiales a una de las jugadoras. No podemos permitir que un hombre sobe a una mujer sin consentimiento, ni deseo, y que no pase nada.
Por Carmen Domingo
PÁRRAFO 1:
El título que encabeza esta columna es un deseo, no una realidad, al menos en el momento en que la estoy escribiendo –jueves 23 de agosto–, aunque el sentido común debería hacer pensar que acabarán haciéndolo. Pocas veces hemos visto reacción tan unánime frente a una acción de abuso de poder como esta, actitud intolerable, claro está.
PÁRRAFO 2:
Pero vayamos por partes (1). El pasado domingo 20 de agosto tuvo lugar la final del Mundial de Fútbol Femenino en Sidney y ganó el equipo español. El partido, la verdad, fue de lo más emocionante. Hasta aquí todo risas y vítores. Todo celebraciones y aplausos. Todo repeticiones –casi en bucle– del gol de Olga Carmona.
PÁRRAFO 3:
Pero como si de una maldición se tratara, siempre hay algo que impide que se celebren los triunfos del deporte femenino, algo tenía que venir a oscurecer la fiesta y casi opacar el magnífico espectáculo que dieron las chicas. Tras el partido, durante la entrega de medallas, el presidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales tuvo a bien (2) darle un beso en la boca a Jenni Hermoso, una de las goleadoras. Sí, un beso. Sí, para celebrarlo. Sí, el presidente de la Federación –el jefe– a una de sus jugadoras –trabajadoras–. Parece difícil oponer resistencia en este marco. «No me ha gustado, pero ¿qué hago?», se quejaba la futbolista poco después.

PÁRRAFO 4:
Es tremendo pensar cómo, incluso después del empoderamiento femenino de lograr una copa del mundo, ellas siguen vulnerables ante un macarra (3) baboso (4) que te fuerza a un beso delante de todo el mundo.
PÁRRAFO 5:
Se me ocurre pensar ahora en las secretarias con salarios mínimos, en las cajeras de supermercados, en las madres de cuyo sueldo depende la comida de sus hijos, en trabajadoras varias, vamos, ¿cómo pedirles que se opongan y denuncien? Difícil, así que no sorprende que acaben «consintiendo» (5).
(1) «ir por partes»: significa abordar un tema o asunto de manera organizada y detallada
(2) «tener a bien»: expresión que se usa para expresar que alguien considera justo hacer algo.
(3) «macarra»: mala persona.
(4) «baboso/a»: ‘que echa muchas babas». Se usa para personas que son agobiantes o repulsivas
(5) «consentir»: significa ‘aceptar, pero en este caso está entre comillas porque no solo expone la falta de de consentimiento sino que hace referencia a la ley vigente acerca del concepto del consentimiento en casos de abuso sexual.
PÁRRAFO 6:
A lo que iba (6), Rubiales. Poco tardó en crearse una petición en Change pidiendo su dimisión –todos sabemos que la plataforma no sirve para nada más que para que se queden con tus datos, pero es muestra de movilización popular–; tampoco tardaron en llegar las quejas de Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Cuca Gamarra (7), los sindicatos, la Asociación de Futbolistas Españoles… Al final parece que fue Iceta (8), o al menos desde su ministerio, desde donde le pidieron una rectificación pública a Rubiales. Y hasta Sánchez pareció indicarle el camino de la dimisión: «Debe seguir dando pasos (9)».
PÁRRAFO 7:
«Tengo que disculparme, no queda otra (10), ¿no?», dijo Rubiales en el vídeo que se grabó en Doha, donde hacía escala desde Sidney camino a España. No hace falta leer entre líneas para entender que este impulso muestra una evidente falta de convencimiento de que lo que había hecho estaba mal y podía ser un delito –el abogado Pérez-Royo pedía la intervención de la fiscalía (11)–. Y añadió: «Ocurrió sin mala fe (12) por ambas partes». Ya está, ya ha colado (13) a Jenni como si esta hubiera participado en su delito.
PÁRRAFO 8:
Por su parte, Jenni, la jugadora agredida, al principio se limitó a decir que no le gustó, pero ni quiso hacer más declaraciones, ni culparlo, ni pedir explicaciones, claro está – el gabinete de comunicación de la federación ofreció unas declaraciones que, vaya, son falsas–. Fue ayer cuando, junto a FUTPRO, el sindicato de jugadoras, y de su agencia de comunicación, pidió al Consejo Superior de Deportes que «apoye y promueva activamente la prevención e intervención ante el acoso o abuso sexual, el machismo y el sexismo».
PÁRRAFO 9:
Está claro que en nuestro país queda mucho en materia de igualdad y respeto, y no podemos permitir que un hombre sobe (14) a una mujer sin consentimiento, ni deseo, que no pase nada y el mundo siga como si nada. Una sociedad que no castiga estas acciones demuestra fallas en su funcionamiento. Si no dimite, que no parece que vaya a hacerlo, que lo cesen. Porque la sociedad española ya lo ha cesado.
(6) «A lo que voy»: fórmula para retomar el hilo de la conversación o del pensamiento tras una ampliación o interrupción.
(7) «Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Cuca Gamarra«: En el momento en el que se escribe el artículo son, por orden: el presidente de España, la vicepresidenta de España y una diputada en el Congreso de los Diputados de España.
(8) «Iceta»: En el momento en el que se escribe el artículo es el ministro de Cultura y Deporte de España.
(9) «Dar pasos»: avanzar, realizar acciones para solucionar algo.
(10) «No quedar otra»: Expresión para decir que no hay otras opciones.
(11) «fiscalía»: oficina del fiscal, persona que representa el ministerio público en los tribunales.
(12) «sin mala fe»: sin la intención de hacer daño a otra persona.
(13) «colar»: acción de hacer pasar por cierto algo que es mentira.
(14) «sobar»: Tocar repetidamente a alguien pasando la mano.
Copyright ethic.es Enlace al artículo. Publicado el 23/08/2023. Formato adaptado por ProfedeELE.
Explora en clase el abuso de poder y el consentimiento en este artículo y sus ejercicios sobre el caso Luis Rubiales, ideal para reflexión en niveles B2-C1.






