¿Sabías que los juegos cooperativos son un recurso lúdico excelente para trabajar las habilidades de expresión oral de tus estudiantes?
En este tipo de juegos la interacción entre iguales es la protagonista y además, si se quiere ganar, hay que trabajar en equipo. ¡Comunicación y cooperación, dos pilares básicos en el aula de lenguas!
Para ir introduciendo a tus estudiantes en el mundo de los juegos cooperativos, os presentamos la colección de juegos SIMILO de la editorial Asmodee.
Los SIMILO son juegos cooperativos de deducción, cuyo objetivo es descubrir el personaje secreto. Para ello, los jugadores/estudiantes no solo harán uso de su capacidad individual de razonamiento, sino que en todo momento tendrán que negociar con el grupo la elección de los personajes. Es aquí donde entra en juego la expresión: argumentar el porqué de nuestras decisiones.
Se trata de juegos de baraja con una mecánica muy sencilla y una gran variedad temática. Actualmente, en el mercado español, existen barajas con temas muy diferentes entre sí: animales, fábulas, mitos, personajes históricos … ¡y hasta una baraja de Harry Potter! Así que no será difícil encontrar el SIMILO ideal para tu grupo-clase.
¿Cómo se juega?
La mecánica del juego es muy simple, por lo que no necesitaremos más de un par de minutos para explicársela a nuestros estudiantes. Además, tampoco se pierde tiempo en la preparación previa, ya que solo se usa una baraja compuesta por 30 cartas ilustradas.
Lo primero que haremos es elegir a la persona que tendrá el rol de jugador activo. Entre todas las cartas elige un personaje secreto y lo mezcla con 11 cartas más tomadas al azar.
A continuación, se forma una cuadrícula de 4×3 sobre la mesa, a la vista de todos los jugadores. El resto de las cartas restantes se disponen en un mazo, que será usado por el jugador activo.



¡Empieza la partida!
El juego se desarrolla en 5 rondas y la duración dependerá del tiempo que necesiten los jugadores/estudiantes para llegar a acuerdos en cada una de las fases.
En la primera ronda, el jugador en activo saca una carta de personaje del mazo restante y la utiliza para sugerir similitudes o diferencias con el personaje oculto. Esto se hará en absoluto silencio: la información de pista se transmite a partir de la disposición de la carta.
Si el personaje de la carta tiene alguna similitud con el personaje oculto, coloca la carta en posición vertical. Si lo que desea es marcar alguna diferencia, la sitúa en horizontal.
Una vez aportada esta información, el resto de jugadores deliberan y voltean una de las cartas, descartando así a uno de los personajes.
La partida continúa del mismo modo durante 3 rondas más. ¡Atención, en estas rondas se irán descartando 2, 3 y 4 cartas respectivamente!
La quinta ronda es la ronda final y sobre la mesa ya solo quedan dos cartas a la vista. En este caso, el equipo tiene que elegir a uno de los personajes. Para ello tendrán que recuperar todas las pistas anteriores y las deducciones a las que han llegado. ¿Será el elegido el personaje secreto?
¿Por qué es ideal para nuestras clases de español?
Como ya hemos comentado, al ser un juego cooperativo se promueve la comunicación. Los estudiantes tienen que llegar a un acuerdo y sus discusiones se llevan a cabo en la lengua de aprendizaje, en nuestro caso, el español.
Las dinámicas que se crean y la interacción entre iguales hacen que este tipo de juegos sean el componente lúdico perfecto para las clases de nivel intermedio.



Pero, ¿necesitas más motivos para jugar a SIMILO en clase?
Aquí te dejamos algunos datos, que seguro que terminan de convencerte.
⌛ Tiempo: Es un juego de corta duración, entre 10 y 15 minutos. Todo dependerá del tiempo que necesiten el equipo en debatir la pista propuesta. Si se quiere llevar un mayor control de la gestión del tiempo, se puede proponer un tiempo mínimo y un tiempo máximo de deliberación.
Portabilidad: Uno de sus puntos fuertes: solo tendremos que meter la baraja en la mochila y ¡listos para jugar!
Número de jugadores: De 2 a gran grupo. En caso de jugar con toda la clase, se recomienda hacer pequeños subgrupos. Cada subgrupo deberá llegar a un acuerdo para, a continuación, exponerlo en el gran grupo para una votación final.
Niveles: Si tenemos en cuenta el carácter cooperativo y queremos aprovechar al máximo la fase de argumentación, entonces lo ideal sería a partir de B1. También se puede usar en niveles más bajos, pero las interacciones serían más limitadas.
Competencia lingüística: Además de expresión oral, se puede hacer un gran trabajo de léxico. Solo tenemos que pedir a los estudiantes que en el momento de argumentar nombren características de los personajes.
Habilidades cognitivas no lingüísticas: Principalmente se trabajan el razonamiento lógico y la capacidad inferencial, la planificación, la toma de decisiones y la memoria de trabajo.
Habilidades sociales: Al ser un juego cooperativo con gran presencia de oralidad, las habilidades sociales trabajadas están relacionadas con la comunicación, entre ellas, la escucha activa, la comunicación asertiva y el respeto de turnos de habla. Y obviamente, el punto fuerte: trabajo en equipo.
Y eso no es todo…
Como profes, siempre queremos sacar el máximo rendimiento a los recursos que llevamos a clase. En este caso aquí tienes algunas ideas para sacarle todo el partido posible a estas barajas y a sus preciosas ilustraciones.
- Jugar a juegos tan populares como ¿Quién es quién? O ¿Qué soy? / ¿Qué tengo en el coco? Ideal para niveles iniciales.
- Trabajar la descripción o la comparación. Te recomendamos trabajar antes c on
- En el caso de usar la baraja de personajes históricos, se pueden escribir biografías, diálogos entre personajes de diferentes épocas, encontrar el match perfecto entre los personajes…
- Si eliges las cartas de fábulas o las de mitos, las actividades de escritura creativa son la mejor opción. Se puede reescribir alguna fábula o mito, fusionar personajes de diferentes historias para crear un nuevo relato, ponerse en la piel del personaje ficticio y defender por qué debería ser nombrado el personaje de leyenda más importante de la literatura o de la mitología…
¡Deja volar tu imaginación de profe y seguro que no te faltarán ideas para llevar estas preciosas cartas a clase!

